Estoy convencido de que en aquella remota era en que el ser humano aprendió a controlar el fuego, algún iluminado tuvo una brillante idea: si dormimos cómodos y calentitos alrededor de una hoguera, ¿cuánto más cómodos estaremos si la hoguera está alrededor nuestro? Imagino a este genio construyendo una choza de ramas y prendiéndole fuego a la cubierta exterior antes de acostarse, complacido y sonriente, para dormir calentito en aquella la última noche de su vida. Si el fuego era un gran invento, ¿qué podía fallar?...
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