El abuelito de Heidi parecía duro por fuera pero luego, por dentro, era un trozo de pan. O quizá era simplemente duro y Heidi lo ablandó. Esta segunda hipótesis parece la más plausible a la luz de los hallazgos presentados por el siguiente estudio publicado en Nature. En él, se señana que las personas que viven en terrenos montañosos, , puntúan más bajo de media en algunos ragos psicológicos como son la amabilidad, la responsabilidad, la extraversión, la apertura a la experiencia y y el neuroticismo.
|
etiquetas: estudio , personas , terrenos de montaña , aislados , amables