Nació con la República, pervivió con el franquismo y, ya en democracia, fue faro de sabiduría y de fiesta, el escenario ideal en el que celebrar la libertad recobrada. Entre la hierba y el mar, aupado en su península, el palacio de la Magdalena acogió durante los años ochenta a toda una pléyade de artistas, escritores, músicos, profesores, pensadores, políticos y periodistas dispuestos a discutir, intercambiar y enseñar. Una fauna que captó durante todos esos años con su cámara el fotógrafo Juantxu Rodríguez