Durante un vuelo de instrucción, y al divisar una bandada de avutardas, le pareció una buena práctica para su alumno perseguir a estas aves en vuelo hasta conseguir el trofeo. Al cabo de un rato la persecución termina por agotamiento de las perseguidas, momento que aprovecha el aviador para aterrizar en cualquier sembrado cercano y conseguir el trofeo de la avutarda totalmente exhausta. La revista “Nuevo Mundo” el 27 de octubre de 1922, publicó un artículo titulado “Cetrería Moderna” en su sección de “Informaciones Pintorescas”.
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Ardo en deseos de ver a José Padilla surcando los cielos demostrando que para enfrentarse con bravura a tan temible animal, la percepción de profundidad es totalmente irrelevante