Un día, en un colegio, una maestra repartió una hoja de papel a cada alumno y les pidió que respondieran a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la longitud exacta de la clase en la que estamos?
Los alumnos se sorprendieron al leer aquella pregunta tan extraña, pero todos comenzaron a hacer sus cálculos.
A los diez minutos la profesora recogió todos los papeles y comenzó a mirarlos.
La mayoría de alumnos habían escrito una cifra de entre 6 y 8 metros, algunos incluso lo habían acompañado con un “aproximadamente”.
-Bueno -dijo la maestra-, ninguno de vosotros ha contestado correctamente a la pregunta y eso que, en realidad, todos podríais haberlo hecho.
En este caso era fácil, la respuesta correcta era: no lo sé.
Cuento popular, “Cuentos para entender el mundo”