A nivel físico, el odio genera un estado de excitación que puede producir tensión muscular, malestar gastrointestinal, hipertensión y sentimientos de sobrecarga. El odio es un sentimiento negativo que solo hace daño a quien lo siente y padece; a las personas odiadas no les llega nada de ese odio.
|
etiquetas: salud , bienestar , sociedad , psicología
El odio como el amor, comparten un factor importante, te importa algo mucho, para bien o para mal.
No odias si no te importa, y cuanto más odias más te importa y te daña el motivo de tu odio, además de más parte de tu vida consume.
Es más fácil vivir odiando, sin duda, pero también es cierto que el desprecio es una postura mucho más sana, y no requiere darle tanta importancia en tu vida a alguien que no quieres en ella.
Pero solo es desprecio, porque al final del día, esa pila de estiércol solo acude a mi mente cuando me hablan de ella, no me importa lo suficiente para ir en plan "mira lo que hacen los madrileños", soy más de "ah, genial, que disfruten lo votado"
Como ya he dicho, para odiar te tiene que importar, y a mí personalmente Madrid me importa lo mismo que Rabat.
Es una ciudad, donde vive gente, y no viviría ni aunque me regalaran una casa de 300 metros cuadrados allí.
Cada uno en su ciénaga y a correr, no se la razón pero me parece que eso te molesta más a ti que a mí.
A fin de cuentas, yo no he venido aquí a hablar de Madrid, a diferencia de ti.
Superalo.
Ni en un espejo tan grande se ven reflejados.