En los últimos años, se ha ido popularizando un modelo de negocio que propone a sus clientes pagar una cantidad de dinero y entrar en un espacio en el que pueden lanzar hachas o romper cosas, descargando el estrés y la rabia. Son las rage rooms o salas de la ira, presentes en muchos países del mundo, España incluida. En el estado de ánimo adecuado, la idea es tentadora, pero no la más efectiva. Sophie L. Kjaervik, psicóloga especialista en agresión e ira e investigadora posdoctoral en la Virginia Commonwealth University, llevaba tiempo observan
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www.youtube.com/watch?v=wd42qQKUYIU
Es bueno hacer cosas pero desconectando del pensamiento que nos genera odio.
Yo mismo si estuviera todo el día pensando en lo que me cabrea no podría ni escribir este comentario.
Escribir ayuda a contemplar con cierta distancia lo que sientes y separarlo de lo que piensas y haces. No es lo mismo salir a correr para disfrutar y cuidarte que salir a correr porque tu ex te ha tratado mal.
Un poco de rabia viene bien como todas las emociones pero si nos dejamos llevar por ellas acabaremos mal.