Sobre el suicidio (en mi caso). Te respondo

#5 En mi caso, ha habido momentos en los que esa "parte" que quiere vivir ha tenido que esforzarse muchísimo en dominar a la otra. No sé muy bien cómo describirlo, pero una vez he estado a punto de suicidarme, un pequeño resorte ha saltado (no sé si llamarlo esperanza, cobardía, o cualquier cosa parecida) que ha evitado que me matase.

Todo esto en milésimas de segundo. Realmente, no había nada pragmático y pensado que evitase el hecho. Quizá solo es suerte.

#6 Gracias por tus palabras. Estoy en tratamiento psicológico y me está viniendo muy bien. Esto, y unas pastillas para dormir que me dejan KO (tras el sueño parece que todo se ve de otro color), han hecho que hoy siga estando aquí.

Si te digo la verdad, y esto es terrible, en esos momentos no piensas en nadie. Ni en mi mujer, ni en mis hijos, ni en mis padres... Sé que les iba a hacer un daño horroroso, pero no piensas en ellos cuando estás a punto de acabar con todo.

Quedarte vegetal sí que me asustaba, por eso mi suicidio hubiese sido drástico.

#9 Existe el teléfono 024 para ayuda al suicida. No he llamado nunca, no sé cómo funcionará.

Lo que está claro es que hacen falta, al igual que otros médicos, muchos más psiquiatras en la Sanidad Pública. A mí, siendo un caso de gravedad, me han dado consulta para abril. Tantos meses son un siglo para alguien que se está planteando quitarse la vida.

#10 ¿Razones? Simple, que la tristeza te hace tanto daño que vivir te parece una auténtica tortura. Y te aseguro que lo es.

Nunca he sido depresivo, siempre he sido optimista y alegre, no me imaginaba que pudiese ver mi existencia como la veo ahora mismo. Por eso creo que esto le puede ocurrir a casi cualquier persona. Que, ante un problema que su cerebro no sea capaz de asimilar, por muy tonto que pueda ser para otro, hace que te plantees que no quieres seguir aquí.

#11 Gracias, de corazón.

#12 Lo que me pasó fue una cosa tan tonta como despertarme un día tristón, hablar con mi pareja sobre el tema y confesarme que ya no me quería como antes y que se había llegado a plantear el divorcio. Nada que le ocurra a miles de parejas. Sin embargo, esto produjo que estuviese prácticamente tres días sin dormir... No me maté durante esos días porque, sencillamente, tenía pocas fuerzas.

Al no poder casi ni andar, llamé a un amigo para que me llevase a su casa y, en un momento de lucidez, le dije que me llevase a urgencias. En urgencias, lo digo para quien no lo sepa, hay un equipo de psiquiatría, donde me diagnosticaron un trastorno de la personalidad, lo cual agradezco enormemente, y me tuvieron sedado y atado toda la noche.

A partir de ahí, el demonio asesino que vive dentro ha intentado hacerse varias veces con el control. No hace más que recordarme que sin mi mujer no puedo vivir, que la quiero horrores y que, para vivir con un trastorno incurable es mejor estar muerto.

#13 Si no hubiese sido por un gran amigo, hoy no estaría aquí.

#17 El alcohol es muy depresivo. Yo era de tomarme un par de cervecitas al día, y las he abandonado de golpe. Si hubiese seguido bebiendo, hoy no estaría aquí.

#20 Un fortísimo abrazo. Efectivamente, muchas veces pienso que sigo vivo por ser cobarde.

#21 Hago como dos horas de elíptica al día, mientras juego a videojuegos, para evitar pensar. Aún así, a veces, vuelvo a pensar en quitarme la vida.

Lo que voy a hacer a partir de hoy mismo, es abandonar el teletrabajo y vuelvo a estar 100x100 en presencial. El contacto con la gente y tener la cabeza a otras cosas es muy buena terapia.

#35 Me decía mi psicóloga que era difícil hablar sobre esto porque, quien no lo sufre, lo ve desde su prisma de persona estable emocionalmente. Y es verdad, yo también lo hubiese hecho hace meses. Todo el mundo entiende un problema físico, pero apenas nadie "sano" es capaz de entender el problema que supone un trastorno mental.

Y plantearse el suicidio como algo real es algo que la mente no puede soportar. En principio, estamos programados para sobrevivir a toda costa, el suicidio va en contra de todo lo que evolutivamente hemos aprendido, no sé si me explico. Nunca imaginé que este infierno podía existir, pero para muchos es un lugar real.

Gracias por tus palabras.