Hoy me levanté con ganas, con muchas ganas, llevé a las niñas al colegio, andando como siempre, a pesar de sus quejas sociales, que si a su compañera María la llevan sus padres en un coche caro, que si la madre de Noelia tiene un cochazo eléctrico, aunque no sepa su marca. Que si somos pobres por ir andando, que si… las quejas de muchas mañanas de mis hijas. Por supuesto incluyen la coletilla de por qué no las lleva su madre y siempre respondo lo mismo o muy parecido, que yo me encargo de la casa y su madre tiene que acudir...