La belleza de la palabra
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Alejandrino dadá

Patatas del campo traigo para hacer en tortilla huevos del áfrica negra y oscura de un avestruz, culinario alejandrino, de tortilla puede ser cebolla blanca y aceite en mixtura dadaísta. No es organizada receta porque dadá quiere ser en diecisiete pasos de sonido tortilla al dadá. ContinuumST. (Septiembre. 2005)
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Atardeció sin ti

Atardeció sin ti. De los cipreses... a las torres, sin ti me estremecía. Qué desgana esperar un nuevo día sin que me abraces y sin que me beses. A fuerza de tropiezos y reveses la piel de la esperanza se me enfría. Qué agonía ocultarte mi agonía, y qué resurrección si me entendieses. Atardeció sin ti. Seguro y lento, el sol se derrumbó, limón maduro, y a solas recibí su último aliento. Quién me viera caer, lento y seguro, sin más calor ni más...
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A mis soledades voy

A mis soledades voy, de mis soledades vengo, porque para andar conmigo me bastan mis pensamientos No sé qué tiene el aldea donde vivo y donde muero, que con venir de mí mismo, no puedo venir más lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo; mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio. De cuantas cosas me cansan, …
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El miedo siempre...

El miedo siempre atenaza al corazón, que no es razón es ánima. Eso que nos anima como las ánimas en pena o en alegría. Morir. Tal vez soñar. Soñar. Tal vez morir. Vivir. Tal vez sentir. Sentir. Tal vez negar. Morimos cada día y despertamos de un sueño eterno cada día, a cada hora, a cada instante. Una mente nos anima como si fuéramos ánimas portando antorchas en un bosque infinito. Solas y acompañadas. Acompañadas y solas. El miedo siempre atenaza al corazón, que no es razón...
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Risa y sonrisa

Cuando me hablan de felicidad siempre hablo de sonrisas, palabra inmensa la primera pequeña coda la segunda, apéndice involuntario, fuera de moda. La segunda. Incluso una risa o risotada involuntaria, placer real y físico. Felicidad, palabra torcida llevada al extremo sin aparente baremo. Sonrisa, franca y sin dobleces. Risa, escapada mental que barrunta la risotada. Risotada, incontinencia feliz. Felicidad, palabra truncada sin contenido aparente. Ampulosa y vacía.   ContinuumST. Enero 2001  
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Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera defenderla del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables de las ausencias transitorias y las definitivas defender la alegría como un principio defenderla del pasmo y las pesadillas de los neutrales y de los neutrones de las dulces infamias y los graves diagnósticos defender la alegría como una bandera defenderla del rayo y la melancolía de los ingenuos y de los canallas de la retórica y los paros cardíacos…
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Más verdad que la vida

En ese lugar lleno de barro de miedo y anestesia a bocajarro. En lugares distantes manchados de sangre al instante, rima perdida para mentes heridas. Vida. Tu vida, latidos que valen poco. Coge el fusil, anuda las botas antes de ser un cadáver entre el barro inerte. La guerra, esa constante mentira que es más verdad que la vida. ContinuumST 1999.
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¿Qué es delito?

¿Qué es delito? Es la sangre convertida en mito, es la puerta abierta del que implora, es la carne saciando su apetito cuando otra carne devora; es la risa de los hombres  mientras la ley llora. Feindesland. 1994.
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Cárcel de sombras

Fue una noche de lunes de oscuridad sin luna, y ni un sólo reproche de tu boca oportuna. El azahar olía a odio, el magnolio a tristeza, las azaleas penaban solas. Las rejas de tu ventana cárcel de sombras en la calle. Pasé de largo, tan de largo que olvidé quién vivía allí. Fue un lunes de noche, de oscuridad sin luna y sombras de olvido. (ContinuumST. Mayo 2012.)
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Las cosas

El bastón, las monedas, el llavero, la dócil cerradura, las tardías notas que no leerán los pocos días que me quedan, los naipes y el tablero, un libro y en sus páginas la ajada violeta, monumento de una tarde sin duda inolvidable y ya olvidada, el rojo espejo occidental en que arde una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas, láminas, umbrales, atlas, copas, clavos, nos sirven como tácitos esclavos, ciegas y extrañamente sigilosas! Durarán más allá de nuestro olvido; no sabrán nunca que nos...
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Yo voy soñando caminos

Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... ¿Adónde el camino irá? Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero... -la tarde cayendo está-. "En el corazón tenía "la espina de una pasión; "logré arrancármela un día: "ya no siento el corazón". Y todo el campo un momento se queda, mudo y sombrío, meditando. Suena el viento en los álamos …
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sin título: un poema de Marina Tsvetaeva

А следующий раз — глухонемая Приду на свет, где всем свой стих дарю, свой слух дарю. Ведь всё равно — …
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Memorándum

Uno llegar e incorporarse el día Dos respirar para subir la cuesta Tres no jugarse en una sola apuesta Cuatro escapar de la melancolía Cinco aprender la nueva geografía Seis no quedarse nunca sin la siesta Siete el futuro no será una fiesta Y ocho no amilanarse todavía Nueve vaya a saber quién es el fuerte Diez no dejar que la paciencia ceda Once cuidarse de la buena suerte Doce guardar la última moneda Trece no tutearse con la muerte Catorce disfrutar mientras se pueda. Mario Benedetti
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Aproximación a los haikus

La noche ha caido Suena la lluvia Brilla la chimenea
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menéame