Financiación, competitividad, inversiones, capacidad, innovación... pero sobre todo, un marco regulatorio y fiscal estable, incentivador y coherente en materia energética. Esa es la clave para que la Unión Europea mantenga su posición en un entorno geopolítico difícil para la World Energy Council (Consejo Mundial de la Energía). Los cambios políticos en EEUU, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la guerra de Putin en Ucrania, la baja demanda de China, y la guerra comercial, deja a la Unión Europea en una situación compleja.