El hombre de 36 años que se encuentra preso, tras su arresto como supuesto autor de matar a su expareja de una paliza en Burgos, tenía pendiente una requisitoria de búsqueda y detención desde el pasado 6 de abril por el quebrantamiento de una orden de protección para la víctima formulada el 24 de marzo. La mujer, S.P.M., de 34 años, había planteado una denuncia por malos tratos contra su expareja, J.D.L.C., el 23 de marzo de 2018, tras lo que el Juzgado de Guardia abrió diligencias y dictó un auto de orden de protección con fecha 24 de marzo.