Aunque los más jóvenes quizás no lo recuerden, no fue hasta los años 90 cuando las supermodelos comenzaron a llamar nuestra atención. Supongo que siempre han existido las mujeres encargadas de lucir los diseños de los creadores de moda, pero nunca habían llamado demasiado nuestra atención. Esos cuerpos altos y delgados, en una palabra, esbeltos, con escasos pechos y caderas, no nos resultaban especialmente llamativos, al contrario que los de actrices, cantantes y otras mujeres simétricas, saludables y bien proporcionadas. En aquellos lejanos...