Los oficiales de tráfico de Swansea, un pueblo de Gales, enviaron el texto en inglés, para ser traducido, de manera que estuviera en los dos idiomas oficiales. Recibieron una pronta respuesta en galés, que dieron por buena y se la llevaron a fabricar la señal. Una vez plantada, algún aldeano se dio cuenta de la cagada: En inglés, la señal está perfectamente redactada, pero en galés, lo que pone es "En este momento me encuentro fuera de la oficina, por favor deje sus textos para ser traducidos".