Desde la empresa intentaron explicarle a la mujer que lo sucedido no era posible porque solo por ponerse una prenda de ropa la joven no puede gestar un bebé. Sin embargo, ella no creyó a ningún trabajador. Según la mujer, esa era la única razón posible: "Mi hija está embarazada después de llevar vuestra ropa interior". De hecho, llegó a acusar a los empleados de mala praxis. Desde el negocio aseguraron que el personal de la fábrica solo estaba formado por mujeres y que el único hombre, el jefe, se había realizado una vasectomía.