Larga exposición de 2.8 años (!), del 2001 al 2003. El resultado final es una fotografía que consta de edificios, rayos de sol y calles, junto con restos de personas y cosas que pasan a través de la escena en el transcurso del tiempo. Cada fotografía es la memoria viva de la época, el lugar y las gentes que pasaron por el allí, mientras que los edificios de los alrededores destacan nítidos y claros, sin cambiar a través de los años.