La caza de ballenas durante el último siglo pudo aumentar las emisiones de carbono en la atmósfera en más de 100 millones de toneladas, reveló un grupo de científicos estadounidenses. "Las ballenas son como los bosques del océano y, al igual que otros animales y plantas, contienen mucho carbono. Cuando la gente mata a una ballena y la saca de su hábitat natural, priva el océano de carbono que, posiblemente, se vierte en la atmósfera", sostuvo el profesor de la Universidad de Maine, Andrew Pershing, citado por la cadena BBC.