José María Asencio Gallego, es un destacado magistrado en el Juzgado de lo Penal n.º 11 de Barcelona, cuya trayectoria abarca una serie de logros notables en el ámbito legal y académico. Además de su destacada labor académica, el José María ha dejado una marca significativa en el ámbito de la investigación jurídica. Es autor de cuatro monografías jurídicas, entre las que se incluyen títulos como "El derecho al silencio del investigado como manifestación del derecho de defensa" y "Medidas cautelares en el proceso penal".
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Pero que la realidad no os quite el repetir consignas manidas.
País.
Y también se vendía cocaína para atizarse. Y dejó de venderse porque era un puto disparate y un veneno que te carcome el cerebro y te engancha que no veas.
Los problemas que generó fueron infinitamente menores que los causados por la prohibición
Claro que sí, campeón. Imagínate decir eso y creértelo. Mucho mejor que las farmacias despachen heroína y la pueda comprar todo cristo a que esté prohibida.
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Puestos a soñar...
Así todo mucho mejor que lo que hay ahora, que para encontrar algo de heroína tienes que irte a zonas chunguísimas de Madrid, Barcelona o Sevilla, encontrar a algún delincuente que te la venda, etcétera. Muchísimo mejor, dónde va a parar.
"Un juez tiene que estar en contacto con la realidad social y una formación de jueces por ejemplo que se hace en Vallvidriera, aquí en Barcelona donde estamos, yo creo que no es el lugar más adecuado para estar en contacto con la sociedad".
Edito: el tema surge al principio, sobre el minuto 4, sobre la relación de jueces humanistas. Cree que sería necesario "introducir otros aspectos formativos" y que en Francia el acceso a la función pública exigen un examen de cultura general.