El método de entrenamiento era salvaje (risas), literalmente. Veníamos de un viaje de ocho horas, creo que de Moscú, y al llegar al aeropuerto, sin previo aviso, Boza decía: «A entrenar todos». Nos metíamos dos horas y media de entrenamiento y terminábamos con 20 líneas (sprints). Claro, con 17 o 18 años aguantas lo que sea, pero hubo muchos lesionados. Han pasado casi 35 años, pero aquello era brutal. Acababas tirado en el suelo, muerto. Eran 20 líneas de campo a campo, pero eso era para finalizar, después de haber pasado dos horas y media co