¿Sabías que una bombilla convencional (de incadescencia o halógena) utiliza el 10% de la energía consumida para producir luz, mientras que el 90% restante se desaprovecha en forma de calor? Con la iluminación basada en leds, se invierten estas cifras. Hemos empezado a verlos en semáforos, señalizaciones de tráfico, pantallas gigantes,... y ahora parece que por fin entrarán en nuestros hogares.