El mes que viene la Asamblea General de Naciones Unidas finalizará sus discusiones sobre la protección de las profundidades marinas. Francia, Alemania, Reino Unido, Suecia, Austria, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Hungría en Europa, así como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Brasil, demandan su protección, mientras España bloquea cualquier acuerdo. España es una de las principales potencias dedicadas a la pesca de especies de gran profundidad, única explicación a la posición del Gobierno en esta materia.