#2 Un recuerdo personal de los tiempos de extraordinaria placidez: Año 1.976 enfrente de la cárcel de Torrero en Zaragoza, gritabamos AMNISTÍA Y LIBERTAD hasta que los antidisturbios, la infame brigada de Valladolid que se distinguía por el color del pañuelito, nos "disolvió". Yo me disolví bien, me metí en una iglesia, domingo por la mañana a las 12, y no salí hasta que acabo el rosario por la tarde. Mi jefa de célula (UJCE) se disolvió fatal, a aquellas bestias de gris les encantaban las "putas rojas", y la pillaron. En la Jefatura Superior de Policía le dieron una paliza que le reventó los ovarios y la maternidad para siempre. Estoy seguro de que aquellos funcionarios pasaron a defender la democracia y continuaron tranquilamente su carrera profesional.
#42 Al igual que Lyudmila Pavlichenko que fue francotiradora. Que por cierto, cuando empezó la guerra de Ucrania, los nazis aprovecharon para derrivar su estatua, parece que se la tenían guardada.
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