Hace unos meses PSOE y PP, con la siempre inestimable ayuda de los representantes locales del stablishment, CiU y PNV, llegaron a un acuerdo para cambiar la ley electoral. Contra todo pronóstico no fue para hacer listas abiertas o reclamar primarias obligatorias. Fue para restringir las opciones todo lo posible y eliminar el “efecto
#nolesvotes”. Modificaron la ley para exigir que cada partido sin representacion parlamentaria actual que se quiera presentar recoja avales correspondientes al 0.1% de cada circunscripción.