Tras cinco días de Juegos los medios extranjeros ya lo dicen abiertamente: el intento del gobierno chino de proyectar a través de los Juegos una imagen abierta y positiva de su país es un fracaso. El ambiente opresivo por la extrema seguridad, los engaños en la ceremonia inaugural, la falta de público, y las quebradas promesas de libertad de prensa hacen que el espíritu de esta cita olímpica sea "cualquier cosa menos eufórico". Falló el intento político buenrrollista, por los detalles resumidos en el comentario 1.
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