Yo llegué en el 83", recuerda Martín Santos, "vi cómo crecieron muchos edificios y participé en la construcción de una de las carreteras. Estuve hasta el final. Vi cuando Osho abandonó el rancho. También cuando volvió y cuando se volvió a ir a Portland a declarar y abandonar el país". De origen donostiarra, con apenas 23 años, a principios de los ochenta, se había ido interesando por Osho cuando empezaron a llegar a España sus primeras publicaciones. Comenzó a practicar sus meditaciones y le parecieron un salto cualitativo de todo lo que había.
|
etiquetas: wild wild country , osho