Cuando tiene esclavizada a una persona, la envilece, la embrutece, anula su voluntad, destroza su carácter, perturba el desarrollo de su personalidad, debilita la fe, produce desequilibrio nervioso, hace egoístas e incapacita para amar a otra persona, si no se corrige esta inclinación se convierte en un vicio obsesivo que esclaviza
a la persona y le desinteresa por todo lo demás: como le pasa al drogadicto. Relacionada:
meneame.net/story/tengo-16-anos-voy-colegio-opus-preguntan-si-masturbo