Los expertos aseguran que si la peseta volviera a ser nuestra moneda, nuestro bolsillo sufriría aún más y perderíamos poder adquisitivo. El runrún sobre la posibilidad de llenar de nuevo nuestros monederos de 'rubias' ha empezado a cobrar fuerza en los últimos días. La vida se encarecería un 30% para los españoles de a pie. La devaluación de la moneda nos haría perder poder adquisitivo. Otro efecto nocivo sería que se encarecerían las importaciones y nos costaría viajar más al extranjero. También sería más caro para nosotros el petróleo.
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