"El otro día, embobada frente a la tele mirando a Dios a Milla Jovovich, descubrí una escena de la película Juana de Arco bastante sugerente. Sugerente, sobre todo, porque en la película no queda claro si el señor oscuro con el que habla Juana es Dios, el Diablo, su propia conciencia o una alucinación… en cualquiera de los casos, se trata del personaje más racional de toda la película, dispuesto a cuestionar con una lógica aplastante las supuestas «señales divinas» de la protagonista."
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