El hombre que vas a ver a continuación decidió ayudar a una mujer sin hogar de 60 años que dormía en las calles de su vecindario. Lo curioso de esta historia es que muchos vecinos suyos le preguntaron que cuánto le cobraba de alquiler. ¿What?! El hombre hizo un bonito refugio para la mujer. Fue solidario a su manera. Muchas veces no necesitamos dinero para ayudar a alguien necesitado. A veces basta con una sonrisa o una palabra amable.
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