José Luis Pardo es una de las primeras víctimas del recorte de ambulancias del 061.Tras sufrir un grave ataque de lumbalgia esperó durante casi dos horas al borde del desmayo a que le atendiese su médico de cabecera en casa. "
La doctora me llamó sorprendida, al explicarle la gravedad volvió a ponerse en contacto con el 061 para exigir la ambulancia medicalizada y, finalmente, apiadándose de mi abandono,
dejó la consulta y sus pacientes y, con una enfermera, cogió un taxi y se vino a mi casa", dice.Relacionada:
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