"Venga venga haciendo deporte" "mira como botan" "así así, sube" "madre mía" "así se endurece el culito", estas eran algunas de las palabras que dos vigilantes de seguridad le decian a una chica extranjera (del este de Europa) que subía andando por unas escaleras en el metro de Madrid. Este es el respeto que demuestran tener por los viajeros. ¿Que más podemos esperar?
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