Uno se pregunta qué hacen las niñas pijas cuando se juntan. Porque está claro que, Dios me libre, hablar de sexo no. Eso es sucio. Un pecado. Y claro, ¿qué pasa cuando no se puede tocar el tema universal? Que el aburrimiento inunda las mentes inocentes de las chicas y, sin tener en cuenta la cantidad de pelos que ya pueblan sus genitales, se dedican a comportarse como nenas de seis años e inventar coreografías y canciones que enrrojecerían a la mismísima Heidi.
|
etiquetas: oveja , naraja