La veracidad de los titulares que leemos en la prensa puede no ser especialmente fiable. Muchas veces, un buen titular sacrifica la exactitud frente a la espectacularidad y las ventas. Cuando se trada de información científica, más que a divulgar o -al menos- informar, contribuye a aumentar la confusión y desconfianza del público ante la actividad científica.
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