El departamento de policía de la ciudad alemana de Bochum recibió una llamada de alerta, el pasado viernes. Una señora, a mitad de la noche y claramente asustada, indicó que estaba oyendo unos ruidos sospechosos en su apartamento. Una patrulla fue enviada al domicilio. Una vez en el lugar, los agentes fueron capaces de identificar rápidamente la fuente que producía esos extraños golpes. En un cajón de la cómoda apareció un vibrador que se activó solo. La inquilina sólo pudo responder con un “Ups” y con un rápido cambio de color de mejillas.
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