En esta historia hay cosas físicas (como un discreto vibrador bala) y cosas metafísicas (como Twitter). Uniéndolas, una maleta. El pasado 24 de octubre, Jill Filipovic, abogada neoyorquina y bloguera de Feministe aterrizaba en Dublín tras un largo viaje desde Nueva York cuando, al abrir su maleta, vio que había...
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