Esta anécdota es demostración palmaria de que reducir los derechos del trabajador es sinónimo de recortar derechos humanos. Derechos como el de la dignidad.Cualquier puesto de trabajo, cuando “el mercado laboral se ha dado la vuelta” hasta ponernos de culo, es indigno. O sea, Fátima. Que tienes razón. Que el mercado laboral, y concretamente el obrero, se ha dado la vuelta. Lo que me extraña es que en las colas del INEM no nos enfilemos ya de culo. En plan Novecento, pero con la sonrisa vertical. La del culo, señorito. Ay mi milana bonita…
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