Teodoro Albalat pensó que era el momento de desprenderse de su empresa y jubilarse.Al igual que otros empresarios, se siente estafado por Gutsen & Vergelsa, que promete en su publicidad hacerse cargo de las deudas de la empresa, adquirirla y reflotarla. Albalat, fue propietario una pequeña empresa de electricidad. "A los 15 días ya vi algo raro: se llevaron todo lo que había, los coches de la empresa, las existencias y no afrontaron ni un pagaré, echaron a los empleados que tenía y a mí me han quitado mi finca y mi local, que era mi jubilación"
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