En las calles de Barcelona, concretamente en el barrio del Baix Guinardó, cuando se acerca San Juan, hay grupos de niños de unos 10 años que se dedican a tirar petardos a la gente que circula por la calle, a destrozar semáforos o cabinas de teléfono, sin ninguna consecuencia para ellos. Ya que salen corriendo y la policía reconoce que es difícil demostrar y acusar a menores de edad por estos delitos.
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