La explosión hizo saltar por los aires la puerta blindada, que acabó tirada en medio del salón, los cristales de malla metálica de la ventana del comedor y los de la ventana de un cuarto y la puerta de un balcón del primer piso, amén de haber hecho volar parte del escalón de mármol de la entrada. Pese a las graves consecuencias y a los antecedentes de otros atentados de tintes valencianistas (obra del GAV), cuando llamaron a la policía, únicamente acudió una patrulla de la Policía Local, que carece de competencias en materia de investigación.
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