La vacuna triple vírica (conocida como SPR por inmunizar al receptor frente a los virus del sarampión, la parotiditis y la rubeola) comenzó a ser aplicada a finales de la década de los setenta y, en Galicia, a principio de la de los ochenta del siglo pasado. Los que somos muy anteriores a esta práctica recordamos con escalofríos y pesadillas el paso por las fiebres del sarampión y de todas las molestias de las otras dos. Desde los días de la administración de la triple vírica los casos declarados disminuyeron considerablemente.
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