Millones de personas, intentando ocupar los mismos sitios y hacer las mismas cosas, que consiguen que resulte imposible disfrutar de un solo monumento en paz. ¿En serio el ser humano tiene tanto interés en el arte? cuesta creerlo, cuando ves cosas como el éxito que tiene el habitáculo provisional para selfies de la Fontana de Trevi, que no es más que un cajón de plástico con una foto de la fuente, actualmente en obras de rehabilitación.
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