El verano de 2024 ha consolidado tres tendencias turísticas. La primera, que cada vez más gente, viva dentro o fuera del país, hace turismo en España. La segunda, que durante las noches del pasado verano había, de media, más turistas que camas disponibles en alojamientos regulados. Por último, que los turistas cada vez se alojan menos en este tipo de establecimientos y más en alojamientos no regulados, entre los que sobresalen las viviendas turísticas ilegales o no registradas.
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¿Dónde se alojaron el 66% de las veces restantes? En algunos casos, en casa de familiares y amigos, o en segundas residencias. En otros, en alojamientos turísticos no regulados, cuando no directamente ilegales. Cuántas pernoctaciones de ese 66% tuvieron lugar en alojamientos fuera del mercado –como las casas de familiares o de las segundas viviendas– o cuántas fueron en alquileres vacacionales ilegales, es la pregunta a la que no responde ninguna estadística por el momento.
Si no puedes calcularlo pues que quedas calladito, solo mencionar esa variable ya deja tu reputación por el suelo (no es que tuvieran buena reputación precisamente)
Y esto SI que ha subido el precio de la vivienda, más que nada porque las constructoras ya no construyen a precio local, sino a precio de guiri acomodado. No hay nuevas viviendas para locales, ni una. Y sin embargo la población se ha duplicado (hablo de residentes, no te turistas con casa) por la inmigración latina y ucraniana.