Los pasillos de la granja muestran a los cerdos hacinados en jaulas. La piel de estos animales está repleta de heridas con pus y gangrena a causa de su continua fricción con los barrotes. La desnutrición y los desprendimientos de órganos reflejan la falta de atención veterinaria. Los cadáveres de los lechones en descomposición se amontonan junto con el resto de animales vivos.
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