En Anfípolis, en Macedonia oriental, se descubrió una especie de pared de mármol de unos 500 metros de largo y 3 de altura en un montículo artificial, que los arqueólogos suponen podría contener una tumba real del siglo IV a. C., lo que ha desatado las especulaciones sobre la posibilidad de que sea la de Alejandro Magno. El Ministerio de Cultura griego ha advertido contra especulaciones "temerarias". Sus restos mortales fueron depositados en un mausoleo en Egipto pero su rastro se pierde en la Edad Antigua. En español:
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