Adis Abeba ha comenzado a repatriar a los 3.000 soldados que tenía desplegados en bases de Mogadiscio para apoyar al gobierno transitorio frente a los Islamistas. Su partida abre un nuevo capítulo de incertidumbre en un país desestabilizado por las luchas de clanes. Existe, pues, el temor de que esta nación -que ya se enfrenta a una insurgencia islamista y una costa infestada de piratas- pueda sumirse en el caos de nuevo si los extremistas supuestamente vinculados con al-Qaeda se adueñan del poder. (Texto y vídeo)
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