Víctor Manuel Valdivieso, alias “El brujo”, era un supuesto “reputado vidente” del pueblecito de Santa Úrsula situado al noreste de la isla de Tenerife. Durante las primeras consultas, Dominga y Felipe pagaron al condenado un total de 6.100 € por “hacer unos lavados” y “quitar los malos espíritus”. Los dos hermanos –ninguno de los dos estaba casado– vivían en el campo, junto a una tercera hermana discapacitada, enferma de epilepsia, de la que cuidaban. El vidente estafador se dio cuenta de que tenía, en los dos hermanos, una auténtica mina.
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