La leyenda habla de las Santas travestis, un grupo de mujeres que, por unas circunstancias u otras, se disfrazaron de hombres y consagraron su vida a Dios… como hombres. Santa Eugenia y Santa Eufrosina (huyendo de un matrimonio concertado), Santa Pelagia de Antioquía (lo dejó todo y vivió sus últimos trece años rezando y meditando en una cueva oculta bajo el nombre de Pelagio), Santa Apolinaria, Santa Anastasia… y Santa Marina. Y de esta última santa es de la que os voy a contar su historia por las extrañas y asombrosas circunstancias que rodea
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