Está la España vaciada. Y está la España hacinada, a la que por cuestiones de disponibilidad y precios del mercado inmobiliario no le queda otra que vivir en apartamentos minúsculos en los que encajar muebles, ropa y demás pertenencias se convierte en un desafío apto solo para maestros del Tetris. Entre estos últimos hay un objeto de deseo cada vez más codiciado: los trasteros. Los demandan las familias. Y los demandan las empresas.
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etiquetas: trasteros , minipisos
Pues el colega en cuestión, conservó las llaves del portal y del trastero del antiguo piso familiar y estuvo AÑOS (ya acabando la universidad y todo) yendo a dormir la mona al trastero después de cogerse la melopea y eso prácticamente cada fin de semana, porque hasta las seis de la mañana o así no tenía transporte hasta su nueva casa.
Un día llegó y se encontró con que habían cambiado la cerradura..... Pero eso como seis o siete años después
Oye, a este el trastero le resolvía la vida....