La semana pasada se anunció el cierre de la sucursal española de Vice, el emporio de tendencias que comenzó como una revista y terminó siendo descrita como el recambio milenial a la poderosa MTV. Desde su fundación y hasta 2016, Vice España tuvo a toda la plantilla trabajando como falsos autónomos, hasta que una inspección de Trabajo impuso una multa de 950.000 euros. Durante el proceso de despido colectivo de los últimos meses, la empresa se negaba reconocer las antigüedades anteriores a 2016 (los falsos autónomos descubiertos).
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