A sus 27 años, el joven delincuente se declaró culpable de elaborar y vender droga, lo que le enfrentaba a una pena máxima de 20 años de prisión. Sin embargo, el juez Morrow vio algo en ese muchacho que le hizo cambiar de idea y sancionarlo con tres años de libertad condicional y un desafío: que la próxima vez que regresara a su tribunal, fuese por un logro, en lugar de un delito. Dicho y hecho: 16 años después, Martell se ha presentado de nuevo ante el juez Morrow con su logro, jurar como abogado.
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